Las ventajas del porcellanato son la alta resistencia a la carga de rotura, mínima absorción de agua, resistencia a la helada, resistencia a los cambios bruscos de temperatura y alta resistencia al impacto.
La diferencia principal entre porcellanato y cerámica es la absorción de agua que tienen ambos materiales. La absorción del agua del porcellanato es muy inferior: cerámica entre 8 y 13%, porcellanato entre 0.5 y 3%. Esto hace más eficiente el porcellanato en los usos exteriores y lo hace más resistente a la flexión, ya que al ser más compacto soporta pesos superiores que la cerámica. Ambos productos son aptos para usos internos en vivienda, el porcellanato extiende sus usos a exteriores y otros destinos más exigentes como oficinas, comercial, laboratorios, etc. Cada uno de los productos requiere un pegamento específico, según sea porcellanato o cerámica. El porcellanato debe ser pegado con pegamento especial para porcellanato y en ambos casos se deben usar diferentes tipos de pegamentos de acuerdo a cuál sea la superficie donde se va a colocar el producto; no es lo mismo aplicarlo sobre un revoque o sobre un panel de yeso cartón.
Antes que nada, las superficies, piso o pared, deben estar convenientemente niveladas ó a plomo para garantizar una colocación correcta y prolija. Todas las cajas deberán ser del mismo tono y calibre, verificación que se realiza viendo la caja correspondiente, donde dichas características se indican con tres números. Es de gran importancia elegir el adhesivo más apropiado según sean las siguientes variables, ya que existen en el mercado una vasta oferta de los mismos. En primer lugar es fundamental tener en cuenta de qué material es el soporte, la base o el bizcocho donde se pegará la pieza y el grado de absorción que tenga la misma; no es lo mismo pegar porcellanato que cerámica. Además, debemos ser cuidadosos en la elección de las herramientas que se empleen (especialmente la medida de las llanas) según sea el espesor del bizcocho de la cerámica a colocar.
La junta en el caso de los cerámicos o los porcelanatos esmaltados sin rectificar puede ser empastinada al dia siguiente de haberse colocado el producto. En el caso de los productos rectificados y/o pulidos es necesario mas tiempo para tomar la junta, dado que se utiliza agua en el proceso productivo por lo que el bizcocho está humectado. Por ésta razón es necesario darle tiempo para que dicha humedad se desprenda del producto. Se recomienda no menos de 48hs de espera para tomar la junta en el caso de estos productos.
Sí, es técnicamente necesario y estéticamente beneficioso; técnicamente debido a que la cerámica (como todo producto que esté sometido a una cocción en su proceso de fabricación), varía sus dimensiones y como los materiales que se emplean son naturales y no del todo homogéneos, no contraen siempre en la misma dimensión. Por esa razón necesitamos dejar las juntas que absorben esas pequeñas diferencias de piezas. Además es estéticamente conveniente, dado que suele mejorar y embellecer el diseño del piso o la pared y que cada pieza quede encuadrada. Hasta los productos rectificados suelen verse mejor si se los deja colocados con una pequeñísima junta de 2mm. En todos los casos la pastina se puede tonalizar para que sea similar al producto.
Antes que nada se deben respetar los tiempos de fragüe para tener la certeza de que el material está definitivamente pegado. Luego debe limpiarse con ácido muriático diluido al 10%; también existen productos comerciales (desincrustantes o quitacementos) que, empleados con precaución, suelen ser útiles.
La limpieza cotidiana puede realizarse con productos de limpieza con amoníaco, ya que son útiles para eliminar rastros de grasa o suciedad. No se deben usar productos cerosos o ceras autobrillo, las cuales alteran la apariencia del producto formando una película que cambia el aspecto final del mismo.
A la superficie a cubrir se recomienda sumarle un 15% para cortes, desperdicio o reparaciones futuras.
La diferencia de los productos rectificados versus los normales es que los primeros tienen un proceso productivo posterior donde se les desbasta el reborde que todos los productos prensados tienen, de ese modo el lateral del cerámico o el porcellanato quedará en un ángulo de 90º con respecto a la superficie del mismo. Esta tecnología permite generar superficies con más continuidad que los tradicionales cerámicos que no estén rectificados. De todas maneras no es recomendable poner los productos rectificados a tope ya que el efecto se logra de mejor manera dándole una junta mínima de 2mm.
Siempre es bueno mezclar líneas de productos, el diseño de todos los ambientes suele beneficiarse ante la mezcla de diversos colores y aun líneas diferentes. Tanto el cerámico como el porcellanato son un elemento más de diseño y como tales, merecen trabajarlos en todas sus variantes. No es cierto que las combinaciones “al tono” sean las mejores, muy habitualmente se logran mejores resultados combinando productos muy diferentes y contrapuestos entre si. El único límite es la imaginación de cada diseñador o proyectista.
La cerámica al igual que porcellanato es de muy fácil mantenimiento. Sólo puede complicarse en algunos lugares del interior del país donde, por el tipo de agua o las diferentes tierras, requieren cuidados particulares según sea el lugar. Si no, estos productos sólo necesitan agua y algún producto desengrasante.
En general la cerámica o el porcellanato se puede colocar sobre cualquier superficie, en tanto y en cuanto esté preparada para recibirlo: los muros lisos y a plomo, los pisos limpios y nivelados. Sin embargo, colocar sobre pisos existentes no es recomendable.
Los ladrillos a utilizar deberán estar limpios e íntegros, deberán asentarse en estado de saturación y sin agua libre superficial.
Se deberá verificar previamente que la superficie de los cimientos esté limpia y nivelada; si hay irregularidades se rellenarán con concreto.
Se colocará el ladrillo con los huecos en posición horizontal, para que la estructura trabaje correctamente. Las juntas horizontales entre mampuestos deberán quedar completamente llenas de mortero, con un espesor máximo de 2cm. No es necesario aplicar mezcla en las juntas verticales, pues no confieren mayor resistencia a los mampuestos que son solicitados principalmente por esfuerzos verticales.
A efectos de conferirle al muro una mayor capacidad de distribución de las cargas, se deberán trabar las hiladas alternando las juntas verticales. La longitud de la traba no debe ser menor que ¼ de la longitud del mampuesto utilizado.
Para la colocación de un techo de Tejas , previa elección de la estructura, es muy importante tener en cuenta las pendientes mínimas.
Las clavaderas deberán ir colocadas sobre listones respetando las separaciones sugeridas, para que no quede en contacto con la lamina aislante hidrófuga (Tyvek, Isolan o similar).
Las tejas deberán ir trabadas y clavadas preferentemente con clavos de cobre o cualquier otro tipo de clavos anticorrosivos.
Se deberá presentar una hilera de tejas en el sentido de la pendiente y otra perpendicular a ésta, para determinar la separación de la clavadera. Se recomienda no embutir las tejas en la mampostería, dejando lugar para colocar babetas o canaletas cinceladas.
Primer paso: Una vez colocado el piso con la junta, se debe lavar bien con agua y detergente para quitar toda suciedad de obra. Solamente en caso que se encuentren restos de material pegados al piso, limpiar con ácido muriático rebajado con agua (en 9 litros de agua, 1 litro de ácido). Es muy importante que el ácido se coloque sobre la baldosa y no sobre la junta, ya que el piso es antiácido pero la junta no, y la puede deteriorar. Enjuagar con abundante agua no más de 5 minutos después de colocado el producto.
Segundo paso: Dejar secar aproximadamente cuatro días y aplicar el sellador para Piso Fiorentino con un trapo o secador. Este producto logra impermeabilizar el piso, ya que su composición química es a base de siliconas. El rendimiento del sellador es de 1 litro cada 20 m2.
Se debe evitar la formación de charcos de líquido removiendo los excesos.
Tercer paso: Al día siguiente, colocar cera íquida. De esta manera se consigue un color más uniforme. El rendimiento de la cera es de 1 litro cada 15 m2.
Cuarto paso:Para el mantenimiento de los pisos se recomienda pasar ceras líquidas autobrillo periódicamente, de acuerdo al uso del mismo.